NUNCA HABLES CON EXTRAÑOS

Basta con hacer un poco de memoria, para recordar los años en que nuestros padres nos repetían una y otra vez, que no debíamos hablar con extraños... especialmente con aquel misterioso maromo que supuestamente regalaba caramelos con drogaína a los niños a la salida del colegio (si más de uno se entera, el pavo se queda sin caramelos antes de poner un pie fuera de casa). El caso es que esa es una ley inmutable que el científico Stephen Hawking recalca llendo aún más allá (y nunca mejor dicho), para afirmar en recientes declaraciones que "no es aconsejable establecer contacto con los extraterrestres". Bien... mmmm... de acuerdo... yo prometo no hablar con ninguno, o aún más, prometo que si pican a mi puerta pidiendo sal, no les daré ni un poquito; pero ¿que diría la señora ministra de igualdad?... ¿es lícita la "extraterrestrefobia"?, ¿no tienen derecho a su extraterrestrebilidad sin que nadie les mire mal, sin que se vean discriminados por su condición?. ¡Por supuesto que no!, es más, si esto ocurriera, fácilmente acabaríamos viendo cómo ser extraterrestre se convertiría en algo moderno, no habría programa del corazón en la tele sin su presentador extraterrestre; se crearía un "día del orgullo extraterrestre" en el que las hijas gordas del señor presidente se pondrían ciegas a beber calimocho mientras se fotografian con un montón de aliens... todo tipo de personalidades reconocerían que lo son ante nuestras miradas estupefactas haciendo ademanes y gesticulaciones típicas de otro planeta.

Dicen por ahí que caminan entre nosotros, y puede ser... no lo dudo ni lo dudaré nunca. Basta con ver quién gobierna España... cada día estoy más convencido de que los miembros de este gobierno tienen por algún lado escondida la nave nodriza donde vinieron... qué sabio el señor Hawking... nunca hables con extraños, y si son extrañísimos, menos.